Nos quedamos en Mambrillas de Lara hasta el final de la semana
¡Muy buenos días!
Hoy se acaba esta aventura. Os escribimos desde la casa rural de Mambrillas de Lara que nos ha acogido con buenas duchas y dormilonas de más de 8 horas. Es un lujo, pero aún queda mucho por recuperar. También hemos aprovechado a ponernos al día con el trabajo de comunicación.
Ayer, en cuanto acabamos nuestras tareas, compartimos los últimos momentos de tiempo libre juntas (suena tan triste como es). Nuestras chefs italianas siguieron en su línea de platos perfectos, sorprendiéndonos con un risotto de calabacín.
Después descansamos un poco y cogimos energía para lo que venía a la tarde: la última sesión de evaluación. Hicimos uso de
diferentes metodologías, con el fin de exponer y reflexionar sobre lo que ha pasado en estos últimos 11 días. Pero no os explico más. Solo quienes lo hemos vivido sabemos lo que se siente.
Parece que fue ayer cuando os compartimos con vosotras nuestra llegada a Agés, o cuando pasamos la tarde con Salvana, o lo buena que estaba la hamburguesa de la Rústica. Han pasado muchos momentos que no olvidaremos y otros que quizá sí, pero que recordaremos entre risas la próxima vez que nos veamos.
No lo hemos contado, pero en esta ruta las malas noticias siempre van acompañadas de una buena y hoy no ha sido la excepción. El menú de la cena no podía ser el que tocaba, pero las organizadoras nos sorprendieron con las mejores pizzas de toda la provincia de Burgos (la mayoría no podemos compararlas con ninguna otra, pero es verdad que estaban buenísimas).
Hoy solo teníamos que recoger y hacer la despedida, y menos mal porque se nos ha alargado más de lo esperado… Después de muchísimos abrazos y alguna lagrimilla, cada una se ha ido a su siguiente destino. Nos vamos con las mochilas llenas de aprendizajes, de cariño, de ganas de arrancar… incluso de calcetines de Pradoluengo.
Con esta última carta nos despedimos, pero no es un adiós, es un hasta pronto, como mínimo nos vemos en el congreso de septiembre.
Con muchas ganas de que disfrutéis tanto como nosotras, futuras Rural Forkers!


