Día 10. Érase una vez un rebaño de ovejas bomberas

Lorka – Arizala – Sierra de Andia –  Estella | 48.8 km

Nuestro último día de pedaleo ha comenzado a las 6 de la mañana. Tras un sencillo desayuno hemos comenzado la que, pedaleosupuestamente, sería la etapa más larga y dura de toda la experiencia. Nos esperaban 24 kilómetros con un desnivel de casi 600m hasta nuestro destino. Al final, la etapa no ha sido tan dura como esperábamos, y las vistas desde el monte eran espectaculares. Hemos llegado a divisar desde lejos el Moncayo, desde donde comenzó nuestra ruta. Una vez pasados los repechones y entrado en el monte, el paisaje ha cambiado drásticamente de los pastos de la zona media y sur de Navarra a los campos verdes y montañas del norte. 

Al llegar a la finca Zumbeltz, Marta y Xanti nos han recibido. Ella es del valle y es la dinamizadora del espacioZunbeltz, primer test agrario navarro, que acompañan a jóvenes a iniciar su carrera profesional en el sector ganadero extensivo en ecológico. Su objetivo es fomentar el relevo generacional y dinamizar el sector en la zona. Este proyecto ha sido impulsado por la mancomunidad de Andía, ya que en un estudio que realizaron vieron que era una de las grandes carencias que existía en el territorio. Esta mancomunidad incluye los ayuntamientos de Abárzuza, Lezaun,Yerri, Guesalaz y Salinas de Oro, representando a alrededor de 2.900 habitantes. Este espacio ofrece un soporte físico (290 ha de campo) además de una pequeña nave ganadera, un corral y una instalación de ordeño móvil. Esto se complementa con un soporte integral mediante la formación práctica y asesoramiento de personas expertas. Por último, la tercera pata es el soporte legal que se basa en el acompañamiento jurídico. 

En esta visita también nos ha recibido Xanti, un joven del Baztán que se ha mudado a la zona y que, no solo ovejatrabaja en este espacio, sino que también es uno de los “tester”. Él no viene de una familia ganadera, se formó en Iparralde y gracias a este test agrario está aprendiendo y viendo la viabilidad de su proyecto. Ahora mismo cuenta con un rebaño de ovejas latxa en extensivo y ecológico, con las que pretende realizar queso Idiazabal y valorizar su producto. Otros tres jóvenes como él están iniciando sus proyectos gracias a Zunbeltz, que les permite emprender en un espacio seguro y sin riesgos. Estos testers trabajan en ganado vacuno, ovino y avícola, también están recuperando la raza de cerdo local, Euskal Txerria, y la de vaca local, Betizu

Por otro lado, este test agrario también está participando en un proyecto de ovejas bomberas, tratando de limpiar bosques y montes mediante el pastoreo para reducir el riesgo de incendios. Tras esta motivadora charla, en la que no han dejado de surgir preguntas acerca de esta sorprendente iniciativa, hemos visto a la cerda Euskal Txerri que estaba a punto de parir y nos hemos marchado. 

zumbeltszDesde Zunbeltz hemos vuelto a bajar a Arizala para comer en el Ostatu de Yerri, un proyecto de dinamización cultural comunitaria, organizado como una cooperativa. En el Ostatu no solo tienen un restaurante donde ofrecen productos de producción local, en su mayoría ecológicos, sino que también venden esos mismos productos, desde mieles y vinos hasta fruta y verdura fresca y carne envasada. De hecho, venden algunos productos de la Finca Zunbeltz como chorizos o panceta. 

Además, en el mismo espacio están las oficinas de Zunbeltz y otras empresas locales, junto con una sala de eventos y una biblioteca comunitaria. En el piso de abajo han logrado poner un obrador en el que cualquiera lo necesite puede elaborar sus productos. La comida ha estado espectacular, pero la sobremesa ha durado poco. Nada más terminar hemos salido hacia Estella, 8 kilómetros cuesta abajo. Al llegar al albergue, ya sí que sí ha terminado nuestra última etapa de pedaleo de la experiencia. Para algunas, ha sido hasta nostálgico. 

Nuestro albergue de hoy, llamado Albergue Anfas, que hemos tenido para nosotras solas, está regentado por una asociación que da trabajo a personas con distintas discapacidades, y es agradabilísimo



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