26 de agosto. Gurrea de Gállego – Bardenas
Nos despertamos en el polideportivo de Gurrea de Gállego. Una ligera lluvia tempranera , nos roció mientras hacíamos yoga para despertar el cuerpo y exaltar el alma. A continuación, nos nutrimos con un desayuno enriquecido con la sabrosa empanada de verdura que aún quedaba de la noche anterior.
Partimos, como ya empezaba a ser habitual, en diferentes grupos, pero rotando en su composición para enriquecernos de la energía con los diferentes sabores que desprende cada persona. Durante el trayecto sobre ruedas nos entretuvimos componiendo canciones y jugando a juegos como “contact”, un juego en el que prima la compenetración mental, casi telepática. También, como desafío extra en la ruta, nos propusimos hacer “un concurso de pitidos”. El grupo ganador sería aquel que consiguiera el mayor número de pitidos de camiones, aunque acabamos consiguiendo que nos diesen su ovación con la bocina desde pequeñas motocicletas hasta grandes tractores y trailers.
Todos los grupos nos juntamos en Erla, para retomar energías y compartir cómo estaba yendo la jornada. También ocurrió algún encuentro inesperado con una integrante del colectivo Baladí de El Frago, una iniciativa que, por desgracia, no pudimos visitar en esta ruta.
Desde Erla, continuamos subiendo suavemente, pero sin pausa, hasta Bardenas y seguimos dirección hacia las afueras, a una finca donde se encuentra “Organic Trebole”, un proyecto de agricultura ecológica biodinámica.
Después de una buena comida para llenar bien el estómago y de unos juegos de adivinanzas para entretener la mente, comenzamos con la visita al proyecto. El primero que nos habló fue Antonio Ruiz padre, que nos transmitió la parte más espiritual y filosófica de la agricultura biodinámica y cómo se ha implementado en el proyecto y en su tierra. Además, nos compartió su historia, de cómo comenzó desde cero a vivir en esas tierras: su familia se vio afectada por las expropiaciones de tierras a gente de algunas localidades por parte del Estado y a cambio les dieron otro terreno y algunos animales para que comenzaran una nueva vida en los pueblos de colonización.
Más tarde, su hijo Antonio, nos explicó la parte más técnica del cultivo y de la venta , y nos mostró las instalaciones, maquinaria y los cultivos. No faltó el tiempo para discutir las políticas agrarias y reflexionar sobre los intereses detrás del uso de pesticidas y fertilizantes en los campos. Ese mismo día vino AragonTV para conocer nuestra experiencia de Rural Forks, e incluyó el interesante proyecto de Organic Trebole en su reportaje para los informativos.
Nos fuimos de la finca con la mente llena de ideas e inspirada por este proyecto regido por Antonio Ruiz, padre e hijo, que, de manera complementaria, llevan adelante este proyecto de agricultura ecológica biodinámica desde hace más de 30 años. Ya en la casa del baile de Bardenas, el techo cedido que nos acogería esa noche, cenamos y compartimos diferentes aspectos de cómo estaba yendo la experiencia hasta el momento, valoramos los días pasados para ajustar y crear los compromisos y cerramos acuerdos para el resto de la ruta.