Tudela | 5 km
Aunque todas venimos de orígenes muy distintos, nuestros lugares se encontraron en el Ebro. Desde las ventanas del tren, autobús o coche compartido, todas hemos visto el paisaje reverdecer a medida que nos hemos ido acercando a la capital de la ribera navarra: Tudela. A las puertas del albergue municipal del pueblo nos hemos saludado y presentado antes de comer todas juntas a la sombra de los árboles del patio.
Tras una siesta muy necesitada ha comenzado nuestra primera reunión presencial, en la que aclaramos y debatimos sobre los principios y pilares del proyecto que estamos a punto de comenzar: la movilidad sostenible, la agroecología y la soberanía alimentaria, los ecofeminismos y el decrecimiento, todos interrelacionados y unidos entre ellos a través de los pilares de un mundo rural vivo y un consumo crítico, informado, consciente y transformador.
Aunque no hemos pedaleado, sí hemos tenido la oportunidad de conocer un poco de la ciudad en la que nos encontramos con una excursión exprés a uno de sus bares tras la cena. El cansancio por los nervios y la tormenta han acabado pudiendo con nosotras y nos hemos ido a dormir con el clic-clac de la lluvia en la ventana.
Hoy, nada más empezar el día, hemos comenzado con las reuniones y preparaciones de los grupos de trabajo con las que estaremos enseñando al mundo nuestras experiencias. Por la tarde, por fin, hemos visitado nuestras primeras tres iniciativas.
En primer lugar fuimos a conocer a Eneko e Itziar a su pequeño taller donde albergan su proyecto llamado Ekilikua. Este empezó en 2005 y nace de estas dos personas que originalmente ejercían como trabajadoras sociales. Haciendo distintos talleres en colegios y asociaciones juveniles se dieron cuenta de que no existían herramientas suficientes para impartir estos cursos, o por lo menos no las que ellas se imaginaban. Impulsadas por la creatividad, ingenio y virtud de Eneko junto con la sabiduría, asesoramiento y visión de Itziar, se lanzaron a fundar una pequeña empresa de juegos cooperativos familiares y juveniles. Ellas idean, desarrollan, plantean, crean, montan y testean en reducida medida los juegos que desarrollan, los cuales se basan en valores como comercio justo, consumo responsable o igualdad de género. Es en esto donde reside principalmente el valor de sus productos.
En segundo lugar hemos tenido el placer de ser recibidas por Kike y Pablo en el taller de Recicleta. Esta asociación ejerce una labor súper importante para el desarrollo de la pacificación del tráfico en la ciudad. Desde su fundación iniciaron un proyecto llamado Biciescuela con el que fomentan el uso de la bicicleta como transporte escolar. Todo esto viene complementado por un taller que tienen en Tudela, en el que se encargan de restaurar y donar bicicletas a quien lo necesite con el simple compromiso de que sean usadas. Además, disponen de herramientas y un inventario de recambios de bicicletas disponibles para toda aquella socia de la asociación que quiera reparar su bicicleta. Por otra parte, acaban de lanzar un proyecto con la colaboración de Biciclistas de Corella llamado Yayacleta, en el cual tratan de unir las viejas y nuevas generaciones a través de la bicicleta. Todos estos proyectos serían inviables sin la colaboración de varias jubiladas que permiten que Tudela sea un lugar más amable para las bicis y por ende, para las personas.
En tercer y último lugar nos hemos desplazado hasta la huerta que gestiona Mejana Gourmet, ubicada en la huerta de Tudela situada en una isla fluvial entre el río Ebro y el río Molinar. La actividad de esta empresa se basa en la integración sociolaboral, usando como vehículo para llevar a cabo este propósito la huerta y el obrador que regentan. Desde Mejana Gourmet acompañan en todo momento a la trabajadora desde su formación hasta el desarrollo de sus conocimientos y habilidades dentro del oficio. En la huerta se cultivan productos autóctonos como el Tomate Feo de Tudela, Alcachofa Blanca o Cogollo de Tudela. La cosecha recogida de la huerta se utiliza luego en el obrador, donde las trabajadoras de la empresa se encargan de elaborar ciertos platos para llevar a domicilio. Esto hace que se diversifiquen los puestos laborales que ofrecen adaptándose así a las distintas necesidades laborales que solicitan. En Mejana Gourmet podemos encontrar a profesionales comprometidas con desarrollar y ofrecer más oportunidades a todo ese sector de la población que menos acceso tiene, exigiendo siempre compromiso y sobre todo ganas. Tanto Joaquin, como Amaia y Olga, con los que tuvimos el placer de hablar, transmiten con mucha ilusión y entusiasmo el trabajo que allí realizan y la labor que allí hacen. Al finalizar la visita, tuvimos el placer de merendar unos higos dulces y jugosísimos de una de las higueras que tenían en la huerta.
Después de nuestra primera mini ruta por Tudela, cenamos todas juntas en una pizzería de la ciudad. Cansadas por nuestro primer paseo en bicicleta y con la tripa llena nos fuimos a dormir.